The Newsroom ha terminado. Sorkin ha anunciado que abandona la televisión. Para siempre.
Es necesario empezar explicando esto para que entendáis el estado de desolación que me embargó anoche, cuando el fundido a negro anunció que todo había acabado. Aquella aventura que se inició con Josh Charles y Peter Krause en Sports night termina con otro presentador catódico, Jeff Daniels, pasando por El ala oeste, la mejor serie de la historia (in my opinión ), y ese pequeño “je ne sais quoi” que fue Studio 60 (dejando mi horror por el personaje de Harriet Hayes que me convirtió en hater de Sarah Paulson para siempre). Perdonadme que hable menos de esta última, no la volvi a revisitar y la tengo algo bloqueada olvidada.
Todos conocemos que lo bueno de Sorkin son sus diálogos, y lo malo la poca habilidad para variar tramas y personajes. Al más puro estilo Oliver y Benji, donde todos los muñecos eran iguales y solo variaba la camiseta del equipo, los personajes de Aaron se podrían agrupar en arquetipos con muy pocas variaciones entre unas series y otras. Aviso desde aquí spoilers
El padre
Isaac en Sports Night, Leo en The West Wing, o Charlie en The Newsroom, los tres hombres sabios e incorruptibles que arropan a los protagonistas, sufrieron un infarto ante una situación de alto stress en el trabajo.
En todas las series el protagonista por una causa u otra se perdió la muerte de su padre, pero vivió la perdida (o no) de alguno de los personajes recién mencionados en la que descargó la muerte de su progenitor. Todo muy freudiano, todo muy Estados Unidos y sus “daddy issues”.
Se autoidentifica con Don Quijote, ídolo absoluto de Sorkin e intenta, en sus últimos años de vida, al igual que el hidalgo, ponerse el mundo por montera y hacer “lo que está bien”, es decir lo que Sorkin cree que está bien.
La novia (o la hidra)
Mandy Hampton, Mackenzie McHale, Dana Whitaker o Harriet Hayes son trasfondo de los traumas de Sorkin con las mujeres. Todas son compañeras de trabajo-exnovias-novias, buenas profesionales, tendentes a la histeria y extremadamente insoportables para el protagonista.(Y para el espectador).
Suelen ser re-contratadas o reaparecer en el piloto generando la primera fuente de conflicto para el protagonista. Para mi el peor personaje, en general, y en Studio 60 en particular.
Sloan Sabbith, CJ Cregg o Natalie Hurley son “la hermana”, ese personaje femenino secundario que no presenta tensión sexual con el protagonista. Podríamos definirla como la superwoman profesional y competente aunque extremadamente patosa en su vida personal y sus relaciones sociales.
Quizá Jordan McDeere se salga un poco del cliché al desdoblarse el protagonista en Studio 60 y Donna Moss debería ir aquí, pero el final de la serie me quitó la razón.
El héroe
Es el trasunto de Sorkin, extremadamente profesional y perfeccionista, adicto al trabajo, con una moralidad y ética superior a la media y no demasiado consciente del mundo que les rodea.
Estos no necesitan ser nombrados, si bien apreciar que en Studio 60 se repartía más que en otras el protagonismo.
Es el contrapunto del protagonista, no necesariamente su enemigo, sino una fuerza moral que tira en sentido diferente y que hace cuestionar los principios del héroe. Quizá el rey sea Toby Siegler, aunque Ainsley Hayes, Rhis y Leona Lansing no son tampoco malos ejemplos.
El discípulo
El joven padawan que está aprendiendo los mimbres del oficio de cada protagonista. Jim Harper, Sam Seaborn, Will Bailey, Neil Sampat o Dan Rydell beben lo aprendido de todos a su alrededor. Quizá sea de apreciar que también Maggie de The Newsroom entraría en esta categoría.
Más allá siempre hay personajes notables no identificables con los arquetipos, pero que tienden hacia uno u otro lado en mayor o menor medida. Tambine creo que, con los años, Sorkin ha creado mejores papeles femeninos y ha roto su particular club de hombres; todavía le falta crear una serie con una protagonista femenina. Pero esa amigos, es otra historia.
Esperemos que Sorkin cambie de idea y vuelva a la tele, la caja negra se quedará muy callada si no tenemos, al menos de vez en cuando, los rítmicos intercambios de palabras de sus diálogos resonando por sus pasillos.
Nos vemos en tu serie o en la mia
Yo lloro cada vez que me acuerdo de que no va a volver, y espero que sólo sea un mal sueño. O una época. O algo así, porque si no la caja tonta va a ser más tonta aún 😦
Amen hermana…reconozco mi ceguera y talifanismo con Sorkin
A mi se me escapó un lágrima y todo. Con todos sus defectos, The Newsroom es maravillosa. Aquí otra fan de Sorkin esperando que vuelva pronto, necesito su esperanza y sus pasillos.
Un saludo^^
Es muy duro que todo termine, esperemos que vuelva por nuestro bien y el de la tele. Soy talifan de Sorkin, reconozco mi falta de criterio. 🙂